lunes, 15 de agosto de 2016

Ruta del 11 de Agosto del 2016 a Ribadavia

El tiempo está respetando este verano en Galicia y ningún amago de lluvia invita a salir en moto y disfrutar de un paisaje todo verde, la pequeña Escocia como suelen llamarla. Esta mañana en la playa decidimos hacer una visita a Jorge a Ribadavia y sacarlo de la rutina de la aldea, civilizándolo un poco.
A las 16:45 salimos de Vigo dirección Orense por la N-120, subiendo por la Cañiza con muy buenas curvas y un piso perfecto.
La salida de Vigo siempre con cuidado por los radares fijos, está todo controlado y hasta Ponteareas aguantando a esos que van de aldea a aldea a paso de tortuga que entorpecen la marcha. Una vez quitados del medio los domingueros y dando comienzo el ascenso a la Cañiza, comenzábamos a disfrutar de las curvas, tumbar y rodar un poco rápidos, pero sólo un poco, no nos confundamos, jajajajaja.
Entre curva y curva, con esa sensación que nosotros los moteros sabemos que nos transmiten, nos encontramos con las consecuencias de la lacra que sufrimos cada verano en España y más concretamente los gallegos este verano, los incendios. ¿Cómo pueden existir personas que disfruten viendo como se queman los bosques y montes, terminando con toda la vida que existía en ellos?
No te queda más remedio que parar la moto y lamentarte de todo ese desastre, que ves porque oír nada de nada, os lo aseguro.

No hay palabras para ello.

Aquí tampoco.
Pasado el horror anterior, llegamos al pueblo de la Cañiza y desde todo lo alto se podía apreciar los cinco incendios activos en el monte, en línea recta que al día siguiente serían portadas de todos los periódicos de tirada nacional. Sin poder remediarlo bajas la velocidad para ver como los helicópteros tiran agua con poco resultado sobre esos incendios.
Igual que nosotros, un grupo motero estaba parado en el arcén de la carretera para lamentar lo anteriormente indescriptible.
Bajando hacia el pueblo de Melón nos cruzamos con un tío en moto que nos saludó muy efusivamente con la mano alzada a no más posible y pensé, ese lleva tiempo sin subirse a la moto y quiere saludar a todos como el primer día.
Al llegar a Ribadavia, me dice Sonia, ese que nos saludó tan efusivamente era Jorge, le contesto, anda ya mujer, Jorge viene por otra carretera y nada más terminar de contestarle nos pitan por detrás y dice el susodicho, os he saludado por la carretera y ni caso. Había salido a nuestro encuentro y hacer la bajada juntos.
Teníamos poco tiempo para disfrutar del pueblo pero algo siempre se puede visitar y después de un buen café con hielo en una terraza frente al castillo nos fuimos a la plaza del ayuntamiento y de ahí a las murallas del castillo.
Los primero pobladores de Ribadavia fueron los Celtas atraídos por las riquezas de sus minas y la cantidad de oro que se depositaba en el lecho de sus ríos.

 
 
 La construcción del castillo data de mediados del siglo XV y fue cedido junto con el señorío a Don Pedro Sarmiento por parte del rey Enrique II, otorgándole también más tarde el título de Conde de Ribadavia.
En el interior del castillo se encuentra un anfiteatro donde se celebra cada año en el mes de Julio el festival internacional de teatro.



 
En la actualidad, la casa señorial de los Señores de Sarmientos es el Ayuntamiento, situado en la plaza principal del pueblo.




Turistas.



 De vuelta en las motos y con el castillo de fondo, nos dispusimos a volver para Vigo pero Jorge nos llevó por la salida del pueblo que pasa por encima del rio Miño y que merece la pena tardar un poco más en salir y visitar el puente.

 


Turistas.
El viaje de vuelta fue directo sin demorarnos pero fijando el interés en un castillo cerca de Ponteareas, que tengo en mente visitar en los próximos días pero antes subiremos a la Coruña con unos amigos.

1 comentario: