domingo, 11 de septiembre de 2016

Camino del práctico el 10 de Septiembre del 2016

En el día de hoy el grupo se separaría en dos, Jorge y yo iríamos por pistas de tierra mientras Julian y María José lo harían por asfalto.
La noche anterior tomando unos vinos por el Puerto le dijimos a Julian donde estaba el punto de encuentro de los dos grupos, pero para hacer más atractiva esa segregación del grupo, apostamos que el grupo que llegase el último pagaría una ronda en Coria.
El punto fijado lo dejamos en el embarcadero de los Palacios para cruzar a Coria. La cosa la teníamos difícil el grupo de tierra pero no imposible.
A las 9:45 tenía la montura lista para dar saltos por los caminos pero el piloto necesitaba su café y una buena tostada.

Esperando para devorar kilómetros.
Nuestro punto de salida sería el bar de la esquina de Jorge y así ya adelantábamos el desayuno mientras que el grupo de asfalto lo harían en la venta Alonso.
Desayunados, nos fuimos a Sanlúcar para empezar nuestra ruta desde el pinar de la Algaida. Un tiempo agradable pero que con el paso de las horas se tornaría en un horno el resto del día.
Llegamos sin dificultad al pinar, donde hicimos una parada para que Jorge instalara la cámara y nos comiésen las moscas, que cantidad de moscas nos rodearon cuando paramos la moto.

Jorge y sus cables.

Con todo instalado cruzamos el pinar que más de dos metros sin baches es una exageración, las dos Varaderos iban mareadas de los saltos que estaban dando.
Cruzado el pinar nos encontramos con el verdadero camino del práctico pero antes tenemos que explicar que es un práctico y una vez explicado, sabrás el porque del nombre del camino.
Un práctico es un marino que guía los barcos en aguas peligrosas o de intenso tráfico, como puertos, canales angostos o ríos. No obstante, el práctico es sólo un asesor ya que legalmente el capitán del barco continúa al mando. El practicaje es una de las profesiones más antiguas, menos conocidas y una de las más importantes en la seguridad en la navegación. Un accidente marítimo en aguas peligrosas o de tráfico intenso conllevaría un impacto económico, ambiental y pérdidas humanas, lo que hacen esencial el rol del práctico.
Este camino es el que recorren los prácticos del puerto de Sevilla tanto para subir los barcos por el Guadalquivir como para bajarlos hasta la desembocadura del mismo. El camino transcurre por la orilla izquierda y se atraviesa zonas de gran valor ecológico.

Punto de partida del camino.
Las motos situadas en el camino y con ganas de tomarnos ese refrigerio gratis por cortesía del grupo del asfalto, dimos gas y a levantar polvo pero no sin antes enviar mensaje a los otros para indicarles que nos poníamos en marcha.
Después de uno cuantos kms, aparecimos en un cruce que habíamos tomado para ir al pinar. Paramos, nos miramos y dijimos a la misma vez, esto no va bien, hemos bajado hacia el mar en lugar de remontar el río. Media vuelta y desandar lo andado.

En la dirección correcta.
Ya no podíamos equivocarnos, eran dos opciones y la primera mal, así que ahora a remontar el río y con la sensación de que íbamos a pagar las consumiciones.
A lo largo del camino tuvimos que ir parando para fotografiar nuestras Varaderos junto al Guadalquivir, flora y barcos de pesca fluvial.



El grupo de tierra.
Eso si es una chalupa.
Después de las primeras lluvias el camino tiene que ser muy entretenido por la simple razón que no se levanta tanto polvo como hemos levantado hoy. Para rodar teníamos dos opciones, hacerlos en paralelo para no molestarnos con el polvo o uno quedarse bastante rezagado para no tragarlo pero de las dos maneras lo tragas igual.
En un tramo del recorrido me adelanté bastante para grabar a Jorge en acción y el resultado no fue tan malo como yo esperaba.


Cuando nos quedaban !5 kms para llegar al embarcadero de los Palacios, recibimos un mensaje por el grupo anunciando que los del asfalto ya estaban allí, que iban a ir pidiéndose un nestea para la espera.
Sólo fueron 20 minutos lo que tardamos en llegar al sitio pero Julian y María José estaban aburridos y se fotografiaron intercambiándose las motos, vaya par.





Hay que reconocer que nos dejaron una sombra para las nuestras, ahí tuvieron un gran detalle que se agradeció. Parte de nosotros libre de polvo creo que no teníamos ninguna, las mangas de mi chaqueta estaban embarradas por el sudor y el polvo.

A la lavadora.


Daños colaterales de hacer pistas de tierra.
 Tomada la cocacola y pagada la apuesta, decidimos colocarnos en la cola para meter las motos en la barcaza y mientras esperábamos, se nos acerco el guardián del embarcadero que hizo muchas migas con María José, no dejaba de darle lametazos.

Esperando la barcaza.
Lametones que no se separaba de la fémina del grupo.
La familia Pato.
Con la barcaza atracada, nos indicaron que metiésemos las motos y la fémina del grupo iba con un poco de temor ya que era la primera vez que se montaba en algo parecido, tenía cara de pocos amigos.



Ya en Coria y con el estómago vacío pusimos rumbo a la venta el Reondón, en la carretera que une los pueblos del Coronil con el Arahal. Se come bien y barato.

Mejor no se puede estar.
Si se podía estar mejor, faltaba Jorge, y la fotógrafa.
Ensaladilla y queso para picar.
Buen plato para Jorge.
Julian.
María José
El mio fue el último en llegar y pasé de fotografiar, podía más el hambre, jajajajaja. Después los cafés y pagar la multa, 43€ para montarnos en las motos y pasar calor camino de Dos Hermanas, una de las paradas obligatoria si la ruta discurre por esa zona, el Mare, a ver figurines sin neuronas pero esta vez os lo digo, se está convirtiendo en la piscina municipal de Dos Hermanas.




El pescado estaba todo vendido, ya sólo nos quedaba despedirnos de la fémina, llegar los tanques y para Cádiz que Julian tenía que ttrabajar en casa, (mañana tiene una cita) pero no digáis nada por ahí.. Yo escribir la salida y Jorge cargar los videos.


Como siempre, todos llegamos bien a casa y a esperar la próxima salida, la mía se demorará un tiempo por las navegaciones que se avecinan pero seguro que el resto me brindaréis un tintito a mi salud.


martes, 6 de septiembre de 2016

Ponferrada - Trujillo el 21 de Agosto del 2016

Ya descansados del día anterior nos quedaba una buena tirada hasta Trujillo, sin antes pasar por algunos lugares donde aún me quedaba por sellar el pasaporte de la Vía de la Plata.
Con los estómagos llenos y el primer café de la mañana nos pusimos en la carretera camino de la Bañeza por la antigua N-VI, pasando por Astorga que lo hemos anotado para volver a visitarlo, en ese momento era imposible, disponíamos de poco tiempo.
Cuando cruzábamos la A-6, podíamos apreciar muchísimas motos en nuestra dirección pero por diferente vía. El día anterior en el hostal nos preguntaron si había alguna concentración de motos cerca porque habían pasado bastantes motos.
La respuesta a todo lo anterior la teníamos al llegar a la Bañeza, era el fin de semana de las carreras urbanas de motos clásicas, todo un fenómeno motero digno de ver alguna vez.


Es una carrera como las de antaño, donde se puede vivir intensamente el mundo de las motos y las carreras de velocidad en su más pura esencia, saboreándolas muy de cerca tal y como se desarrollaban en los años 60 y 70.
Los boxes se encuentran en la calle paralela a la recta de meta, siendo de acceso libre para todo el público asistente a las carreras. Se puede pasear por ellos y ver como los mecánicos preparan las motos o como los pilotos se concentran antes de comenzar las carreras.
El público se sitúa a pie de pista, que disfruta viendo correr a los pilotos a escasos centímetros. Lo único que los separa de la pista son las alpacas de protección que se sitúan en las curvas más peligrosas. Se corren en cuatro categorías: 2T, 4T, 125 GP y 80 series.





Siguiente punto de sellado del pasaporte era Benavente y hacia allá pusimos rumbo por la antigua N-VI. El tiempo ya no estaba tan fresco como al salir de Ponferrada y tanto Sonia como yo teníamos bastante claro que frío no íbamos a pasar más ese día.
Nos resultó bastante fácil encontrar la oficina de turismo en Benavente, aquí me he tirado de la moto, si no fuese por Google Maps aún estaría buscando la de Béjar cuando subí a Vigo.

Ayuntamiento de Benavente.

Calle de la Carne.
Con el pasaporte sellado y en carretera otra vez, evitamos la autovía y por la N-525 fuimos hasta Camarzana de Tera para desviarnos hasta Tábara, mismo pueblo y gasolinera donde a la subida a Vigo paré a llenar la moto pero esta vez aproveché para rellenar el scottoiler mientras Sonia preparaba unos bocatas impresionantes con el famoso pan de 1,30€ de Ferreiras de Pantón.
Comidos y con el café metido en el cuerpo para entrar en calor, si yo me tomé un café pero por costumbre no por entrar en calor, cuando lo estaba terminando me acordé que lo podía haber pedido con hielo, eso para la próxima entrada en el blog, jajajajaja. Sonia fue más lista y pidió una menta poleo, pero vamos no mucho más lista.
El calor ya daba bien y aún nos quedaban unos cuantos kilómetros para llegar a Trujillo. La siguiente parada en Béjar para sellar el pasaporte ya que a la subida estaba cerrada la oficina de turismo y cual fue mi sorpresa? que ese día también estaba cerrada, la oficina de turismo cierra en Agosto, jajajaja.
Decidimos subir hasta la plaza de toros, la más antigua de España y otra sorpresa, ese día cerraban por un festival musical el día anterior.


En el año 1667 y con objeto de sufragar los gastos de las obras del Santuario de la Virgen del Castañar, patrona de la localidad, tuvo lugar la primera corrida de todos, en una improvisada plaza cerrada con maderas, pero no fue hasta el verano de 1711, con motivo del nacimiento del Pincipe de Asturias, que reinó como Luis I, se celebró por segunda vez una fiesta taurina, en esta ocasión en una plaza construida con maderas enrejadas que años más tardes fue sustituida por el coso actual, entre los años 1711 y 1714.

La Niña de Vigo.
Nuestro amigo Julian me habló un día sobre Cáparra, una ciudad romana que no podía dejar escapar la oportunidad de visitarla y allí nos dirigimos a 42ºC, pasando calor en una carretera rodeada por un secarral que parecía que por allí no había pasado nadie en tres meses.
Como el día estaba gafado con las visitas, Cáparra no iba a ser menos y estaba cerrada por descanso del personal, así que foto de rigor en la entrada para inmortalizar el momento y de vuelta por los secarrales hasta Plasencia.

Volveremos.

A Trujillo iríamos atravesando el Parque Nacional de Monfragüe y visitar sus reservas de aves. En 1979 fue declarado Parque Nacional y su nombre proviene de los romanos mons fragorum (monte denso),
Entre su vegetación encontramos bosque y matorral mediterráneo, las dehesas y los roquedos. Entre sus aves nos encontramos colonias como: águila imperial, cigüeña negra, buitre leonado, búho real, águila imperial ibérica, águila real, águila perdicera y alimoches.













Ya nos quedaba el último empujón de hasta llegar a Trujillo pero con un buen tramo de curvas de esas que le gustan a Julian, de 180º, jajajajajaja.
El hostal Paulino recomendable totalmente, todo nuevo y muy limpio, con aire acondicionado que nada más llegar nos dimos una buena ducha y una pequeña siesta, teníamos que conocer el pueblo que desde la carretera rebosaba historia y yo impaciente por pasear y conocer su encanto.

No será por carteles, pues casi nos equivocamos y nos metemos en otro.


La próxima entrada será de nuestra visita a Trujillo, dejando la montura reposar en el hostal para el día siguiente, ese día se ganó un merecido descanso mientras que Sonia y yo nos dábamos un homenaje cenando.