domingo, 29 de enero de 2017

600 Curvas Sierra Norte de Sevilla

Hoy tenía que ser el día de subir a las 600 curvas sin lluvia y que mejor hacerlo a rueda de José Dima pero la noche antes avisaba que no sería nuestro líder, a su mujer Marisa la atropelló un ciclomotor en un paso de peatones y como es lógico se quedaba en casa. Desde aquí le enviamos un fuerte beso a Marisa y que se recupere pronto. Junto a José Dima también se caía de la lista el Tito Julian, pero por trabajo y que no le falte.
El punto de encuentro de todos lo fijamos en la gasolinera Shell del Ikea a las 9:15 y he de decir que fue una buena idea ya que visto lo visto, conforme íbamos llegando pasábamos por el surtidor.
A las 8:30 ya tenía la moto arrancada y calentando mientras le limpiaba la helada de la noche anterior.


Puntuales estaban los miembros de los Caballeros del Asfalto con Paco Verdugo al frente y Carlos, sólo nos quedaba Jorgete que llegó on time, los demás nos habíamos adelantado.

Listo para salir.
El desayuno lo haríamos en un sitio habitual para nosotros, en la venta Alonso y hasta allí se acercaría nuestra compañera María José, que después de tres meses en Djibuti tenía ganas de darse un atracón de kilómetros con buena gente.

Migué que te quedas sin tostá.
María José se hacía de esperar y el hambre pudo más que la espera y todos decidimos entrar ya que fuera no daba el sol en ninguna mesa.
Ya dentro hubo casi unanimidad, café con leche para todos y colacao que no nesqui para Naranjo, molletes por cabeza menos para Verdugo que quería rebaná, tirando pal monte.

Salió mal me salió la foto.
Llegada la señorita, saludada e interrogada por sus meses fuera, se tomó su café con leche y decidimos poner rumbo a Montellano, pero antes de montarnos en las motos posamos todos juntitos para una foto de familia.

Al completo.
El GPS confundió a Jorgete y se pasó la salida del cruce de las Cabezas, así que hice un poco la pirula y fui a avisarlo y buscar un sitio todos juntos para dar la vuelta, las puñeteras rayas continuas, espero que no lea esta parte Isaac, jajajajaja.
La carretera hasta Montellano estaba bastante sucia por las lluvias de los días anteriores y de salir de los carriles, estaba llena de barro en algunos tramos. Después hacia Morón, donde la señorita se puso a adelanta como una loca para decirme que parase donde pudiese, vamos a ser finos, que tenía que ir urgentemente al baño y allí que la lleve, hasta la gasolinera mal pensados.
Mientras esperábamos, Naranjo aprovechó y puso un cartel de la concentración de la próxima semana en Rota y como es la vida, unas horas más tarde me llama mi padre para decirme que hay una concentración de motos en Rota, que ha visto el cartel en la gasolinera de la estación, jajajajajajajaja, el que puso Naranjo esa misma mañana.

Que nos pilla el toro.
Pasado Morón tomamos rumbo a Marchena, donde el GPS confundió a Jorgete otra vez, ese no era el día de la orientación electrónica y nos guiamos como antaño, por los carteles hasta llegar a Carmona que ahí un servidor sin electrónica ni carteles ni nada de nada se puso el primero y me equivoqué, llevando a la comitiva dirección Tocina, pero en una rotonda me metí por un canal de riego hasta recorrer unos kilómetros que nos dimos cuenta el servido había metido la pata.
Naranjo nos guió hasta el Pedroso, donde paramos en el bar de la estación de autobuses a tomar un refrigerio y desde ese punto de partida nos abandonarían tanto él como Juan Manuel que volvían para comer en Rota y creo yo que llegaron para merendar.
Tampoco perdió la oportunidad y puso un cartel en la puerta del bar, donde nos hicimos una foto de familia.

Le costó hacerlo solo.


Posando.

Que mirarían.
Del Pedroso ya si pusimos rumbo por fin hacia Constantina para empezar las 600 curvas pero antes teníamos que repostar, algunos íbamos aún con gasolina pero mejor llenar con los compañeros.
Compramos las bebidas para comer en el primer área de descanso que viésemos pero no cominos hasta llegar a las Navas de las Concepción, sólo habían curvas y curvas, ni un merendero donde parar. Pero con más hambre llegamos, que carretera más buena para quemar adrenalina a pesar de estar algo mojada e ir con precaución.


Sacamos los bocatas y Jorgete sus tres tortillones con el pan de las cabezas que se hacía ese menú más apetecible que los bocatas.

El pan prometía.

¿Por qué no hice dos fotos por si en una salían feos?
El café de sobremesa lo echamos en la plaza del pueblo, frente a una sucursal de la Caixa, para que Paco recuerde que le deben el dinero de su futura moto.
Era ya hora de volver, las 17:30 y lo hicimos por donde vinimos, otra vez las 600 curvas pero del revés, vamos que mínimo hicimos ayer 1200, jajajajajaja.
No volvimos a parar hasta el Cuervo para tomar un café calentito y no pudimos despedirnos de la Niña, creíamos que vendría detrás hasta la salida de la Isla Mayor pero no, se fue directa a casa que tenía frío.
El café del Cuervo sentó de maravilla y ahí ya nos despedimos hasta la próxima y nada más llegar al garaje, leí que todos en casa sin novedad.
La próxima salida será para el desafío, ya sólo quedan 25 días.

domingo, 15 de enero de 2017

Pistas Bolonia 15/01/2017

La primera salida del año, justo cuando hace un año que nos juntamos por primera vez pero esta vez con más suerte, no había ni una sola nube que nos arruinara el día como el año pasado en la Sierra Norte de Sevilla.
La hora y lugar de salida que se propuso en un principio tuvimos que cambiarla ya que al volver de Morón el viernes por la noche notaba que estaba listo de frenos tanto delantero como trasero, así que quedamos en la entrada de San Fernando y todos al garaje a cambiarle las pastillas delanteras.

Listo para salir con frenos nuevos.
 No tardamos mucho en cambiar las pastillas, un cuarto de hora en total y moto lista para hacer kilómetros, bueno mucho no que nada más entrar en el garaje se le encendió el chivato de la reserva.
En el día de hoy se agregaba por primera vez un gran amigo, José Dima, llevábamos más de un año para quedar y nuca llegábamos a hacerlo, pero hoy si era el día. Dima propuso ir a desayunar hasta la venta el Soldao y encabezó la comitiva, en la cual íbamos Jorgete, Julian con su moto nueva, Carlos y un servidor estrenando gomas nuevas.
Dima y Julian se separarían de nosotros nada más entrásemos en las pistas de tierra.
Salimos de San Fernando dirección paterna pero al pasar por debajo de la autovía Jerez - Los Barrios nos desviamos por la antigua carretera hasta Medina y de ahí hasta la venta el Soldao, en los Badalejos, carretera de Benalup.

Esperando por la comanda.
Como siempre casi todos café con leche menos Julian con su habitual café americano pero en lo que todos coincidimos es en las tostada e incluso algunos repetimos y no es para menos, ¿quien se puede resistir a semejantes manjares? Yo desde luego noooooo.

Lo mejor para después de las Navidades.

¿Falta algo?

Hacía años que no veía un cuchillo como ese.

Chicharrones en manteca.
 Con el buche lleno, fuimos hasta Benalup buscando una gasolinera para Jorgete que iba con la reserva parpadeando. Repostado, nos pusimos de nuevo en ruta con dirección Vejer pero sin llegar a subir, en el cruce tomamos dirección Algeciras.
Nos desviamos dirección Facinas y antes de llegar al pueblo, en la venta el Nene, nos despedimos de Dima y Julian, el primero volvía a San Fernando y el segundo a la Linea, nosotros iríamos buscando las pistas.

¿Como lo hará Dima? Se quita el casco y todo repeinado, ahí hay truco.
 Efectuadas las despedidas de rigor y la foto correspondiente para inmortalizar el momento, cruzamos el pueblo de Facinas hasta llegar a la tan deseada pista y como es lógico, llegamos a la primera bifurcación del camino y a decidir por donde meternos, pero se decidió rápido, por la derecha ni de coña.

Mirad mirad pero yo no soy el primero por el de la derecha.
 Como es lógico tomamos el de la izquierda y después de unos cuantos kilómetros llevamos a la explanada de un aerogenerador con unas vistas impresionantes y el día que estaba despejado, se llegaba a ver Marruecos.

Todo lo que ves es mio y no lo vendo.

A la sombrita.


Playa de Valdevaqueros.


Ahí está el tío.
Para bajar teníamos varias opciones y por allí rondaba uno chaval con unos prismáticos, tenía pinta de estar trabajando con los ventiladores y allí fuimos a preguntar. Ni puta idea tenía el gachón, así que a la aventura hasta que nos topamos con una verja junto a un circuito de Karts.


Entramos en el circuito y nos sale al encuentro una pija de esas que van de flower power, de las que abundan en esta zona y nos dice que es propiedad privada que por donde hemos entrado. Le estuvimos explicando y accedió a abrirnos la cancela.
Cruzamos la nacional para meternos en la carretera que cruza la duna de Valdevaqueros e ir buscando alguna pista que nos llevase a las baterías de costa pero llegamos hasta el final, donde un cartel nos prohibía pasar, así que media vuelta y buscar un sitio para tomar una cañita y charlar un rato.
Después de la cerveza que sentó de gloria, nos fuimos por la carretera de Bolonia hasta el mirador de la cueva del Moro, donde paramos para comer de bocatas y echar unas fotos de la playa de Bolonia.

Bolonia, al fondo Marruecos.



Comidos y descansados bajamos hasta la playa a tomar café. En la terraza nos encontramos con un participante del desafío que saludamos y compartimos experiencias del año pasado, quedando en vernos en el próximo desafío, que es dentro un mes largo.

Merecido café.
Listos para salir de vuelta para casa, a Jorgete la moto no le arrancaba, era raro porque se le desconectaba todo el cuadro de luces.

Toqueteando.
Lo empujamos en el aparcamiento un par de veces sin conseguir arrancar la moto. La subimos a la carretera para remolcarla Carlos y así coger más velocidad pero eso del remolque no fue buena idea. La carretera tenía algo de pendiente, lo empujamos como la noche anterior y allí que arrancó la máquina, una cosa rara porque no había dado ningún problema.
Al salir a la carretera principal, Carlos al reducir de marcha para adelantar a un coche también tuvo problemas, se le paró la moto por completo e iluminándose todas las luces de avería del cuadro, probó a arrancar y listo, sin problemas, pero algo hay por allí, llámalo Dios, una energía o algo pero no estábamos solos, jajajajajajajja.
Una parada más para que Carlos repostara y de vuelta a casa directos sin demorarnos, ducha, cena y a publicar las fotos.
El día de hoy fue un entrenamiento para el desafío del próximo febrero y que volveremos a repetir pero esta vez nos llevaremos a Julian que por cierto, le llaman el castigador de Facinas, se picó con tres tías que iban en moto, bueno scooter de 250cc, todo hay que decirlo.