martes, 6 de diciembre de 2016

Las Canteras, Osuna el 6 de Diciembre del 2016

Después de un tiempo sin salir en moto por las navegaciones y un finde no pasado por agua sino anegado, ya era hora de hacer kilómetros y visitar algún lugar interesante.
Días atrás quedé en salir con José Dima, Paco Verdugo y los que se apuntasen de los arrejuntaos para ir primero a las Canteras en Osuna y después a Itálica en Santiponce, echar el día por ahí y llegar después del café.
De la lista se cayó José Dima y Paco Verdugo, quedándonos sólo Jorgete y yo, sumándose mi primo al pasar por la Puebla, así que el trío carabela a culturizarse.
Quedamos a las 9 de la mañana en la rotonda del Poblado de Doña Blanca y allí estaba yo, puntual como un reloj suizo.

Más solo que la una.
Mi compañero de viaje se retrasó unos cuantos minutos por no decir un cuarto de hora, raro en él pero hay que dar el mazazo cuando falla, jajajajajjaa. Aburrido de ver pasar domingueros por la rotonda, decidí grabar en vídeo su llegada.


Ya reunidos los dos, tomamos la N-IV dirección a la venta Alonso para darnos un homenaje y seguir hasta la puebla. El día acompañaba y el sol comenzaba a despuntar, desde el interior de la venta se podían ver otros compañeros en dos ruedas tomando la carretera de Espera para disfrutar de sus curvas.

Mc Giver con cara de comerse un mollete de Espera.

Los bocados delatan que el mollete no estaba nada mal.
Con el estómago lleno y vejigas vacías, volvemos a la carretera hasta Morón para llenar el depósito y continuar hasta la Puebla, donde nos esperaba mi primo. El tiempo acompañaba para estar sentados en una terraza y no íbamos a hacer ese feo después de tanta agua y allí cayó el segundo café del día, en la terraza del Central en el Ayuntamiento del pueblo.


Casa Consistorial de la Puebla de Cazalla.

Mc Giver y er Siví.
Reunido el trío carabela, nos dirigimos por fin a Osuna en busca de las Canteras y todo hay que decirlo, estaba muy bien indicado en el interior del pueblo y es muy difícil perderse.
El precio de la entrada es de 2€ y los sábados y domingos la visita es guiada. El recinto es privado por lo que también es utilizado como salón de celebraciones, actos culturales y conciertos ya que es un magnífico auditorio, el auditorio natural más grande de España.

Todos bien aparcados.
Con er Siví.


Estas canteras fueron explotadas por los turdetanos antes de la llegada de los romanos a la Península. La extracción de piedra se llevó a cielo abierto desde la época de los turdetanos pero la actividad se intensificó a partir del siglo XIV.
La zona del Coto y que en la actualidad se puede visitar su interior y sirve para diversos eventos, se creó vaciando una loma desde su interior, dando lugar a la actual gruta.

Vista general del Coto.

Entrada.

En la entrada del Coto así como en su interior, podemos encontrar unos espectaculares relieves que recrean algunas piezas clave de la escultura íbera, hallada en la misma localidad y que son reproducciones del artista Francisco Valdivia.


Si queréis ver las originales, que en su mayoría son estelas funerarias, podéis hacerlo en el Museo Arqueológico de Sevilla, en el que están expuestas y merece la pena.


Museo de aperos de sillería.



En las paredes se pueden apreciar las marcas que hacían los canteros para dejar constancia de quien, cuando y donde se extrajo la piedra.



Ahí estamos los tres.


Una vez fuera nos hicimos unas fotos los tres juntos y a buscar un sitio para tomarnos una caña con su correspondiente tapa.




Acompañamos a mi primo hasta la Puebla ya que tenía que comer y volver a Baeza, es lo que tiene ir de mayor a la escuela otra vez, jajajajajajjaa.
Jorgete y yo nos fuimos a Itálica a visitar las ruinas pero al llegar nos encontramos todo cerrado. Le preguntamos a una señora que vendía recuerdos a la entrada y nos explicó que la taquilla se cierra 45 min antes de la hora final de la visita, aunque estábamos en hora no podíamos acceder a las ruinas.
Eso da otra excusa para preparar otra ruta y volver sólo a visitar otro pedacito de nuestra Historia que tan poco conocemos.
Tomamos café en un restaurante frente a la entrada de Itálicay nos volvimos para Cádiz. Por cierto, el café cargado para sus muertos, así que me veo esta noche dando vueltas en la cama y acordándome de la madre del camarero.
José Dima me propuso una ruta muy buena por la sierra de los Bermejales, tendremos que ir pensando en ella.

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