El despertador me sonó el sábado a las 5:15, sólo dormí 4 horas pero eran más las ganas de hacer que el sueño y sobre todo porque quería salir a las 5:45 para estar en Salamanca a las 12, allí me esperaba Sonia que bajaba desde Vigo.
Un poco de frío hacía. |
Como el primero, ¡¡¡ninguno!!! |
Nada más amanecer a la altura de la salida de Guillena, tomé la Nacional dirección a la Media Fanega para ir calentando las gomas y quitarle lo cuadrado en sus curvas.
La siguiente parada fue en Calzedilla de los Barros para repostar y continuar hasta el embalse del Tajo pasado Cáceres.
Lista para devorar asfalto. |
Seco Seco. |
Aún hacía rasca. |
Después de la caña de rigor de mediodía pusimos rumbo a Palencia pero por carretera convencional, ya sabéis que intento circular lo menos posible por autovías.
La parada para comernos el bocata y estirar las piernas la hicimos en Toro (Zamora), en los jardines junto a la Catedral, con unas vistas fenomenales y cargadas de historia.
¡¡¡ 5€ por entrar a ver la Catedral!!! Por fuera igual de bonita. |
Otra vez la niña. |
En el parque donde comimos había un señor muy simpático que le dedicó a Sonia una jota escrita por él mismo y que me dejó grabar para compartir con vosotros.
La Vega de Toro. |
Paseamos por la calle peatonal de la ciudad antes de montarnos en la moto y continuar con el viaje.
Puestos en la carretera que era aburrida de cojones, todo eran rectas, iba suplicando por dos o tres curvas buenas pero nada, sólo eran rectas y más rectas.
Entre recta y recta pasamos por Tiedra que posee un pequeño castillo con el mismo nombre y que era parada obligatoria para visitarlo.
El castillo se abriría al público el próximo jueves día 18 que era el día internacional de los museos, nos tuvimos que conformar con fotos fuera del mismo.
Castillo de finales del siglo XII. Una reseña histórica es cuando Sancho II ordena al Cid que se entreviste con Doña Urraca entre sus paredes.
¡¡¡Alto al centinela!!! |
La damisela del castillo. |
La niña que no falte. |
Después de curiosear un poco por el pueblo y comprobar el lamentable estado nos pusimos en marcha para recorrer los últimos 19 km hasta nuestro destino final pero final sólo para ese día, aún quedaban muchos kilómetros por recorrer en tierras castellanas en los días venideros.
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