martes, 28 de febrero de 2017

Desafío Invernal 2017 1ª Parte

La espera se hizo larga, nada más y nada menos que un año para poder hace el siguiente Desafío, pero todo llega y ese día lo teníamos ahí, con la incertidumbre días antes si el tiempo nos respetaría ya que la semana anterior llovió casi todos los días y el miércoles anterior cayó barro del cielo pero el fin de semana del Desafío se respetó en el tema de la climatología.
La moto preparada desde el miércoles pero la maleta la noche anterior y corriendo como siempre. Jorgete y yo meteríamos los sacos de dormir porque en un principio iríamos al pueblo de Julian a pasar el puente de Andalucía.

Desde el miércoles lista para salir.
El grupo lo formábamos los mismos que el año anterior, Cristo, Carlos, Jorgete y un servidor. No se puede pedir ir mejor acompañado.
La prueba tendría principio y fin en el Rompido, Cartaya, por lo tanto, hasta allí tendríamos que desplazarnos. Se pronosticaba un fin de semana movido.
Carlos y yo saldríamos desde el barco a las 11:45 para esperar a Jorgete frente al parque de autos de la base y salir por la puerta de Jerez.

Listos para ir a por Cristo.
Cristo venía de Coín y la hora de salida del grupo dependía la suya de llegada pero sin prisas, que llegase tranquilo. Poco tuvimos que esperar, nada más quitarnos los cascos apareció el niño de Coín on time.

Al cafelito.
Tomado el café, llenadas las motos que lo necesitaban nos pusimos en camino por la N-IV hasta Sevilla. Como es lógico, nos comimos el atasco del Quinto Centenario, hora de salida de trabajar y viernes, se juntó todo.
Entre los coches ya se empezaban a ver otras motos que iban para el Desafío con pegatinas de ediciones anteriores.
Por fin circulando por la A-49 dirección Huelva, el estómago empezó a decir que ya era hora de parar a comer y al ir en cabeza del grupo decidí abandonar la autovía por la salida de Bollullos de la Mitación, parando en el restaurante Rolin a la entrada de un polígono industrial a las afuera del pueblo.
Menú del día por 8€, primero, segundo, bebida y café.

Arroz negro con alioli

Pastel de berenjena.
Con los estómagos llenos pedimos la cuenta y hacer la digestión sobre la motos pero la digestión la hice yo bien, cuando voy a echar mano de la cartera me doy cuenta que me la dejé en el barco. Indocumentado y si un duro, muy lejos no iba a llegar, jajajajajaja. Menos mal que están estos móviles modernos que te dejan pagar.
Pasado ya el cabreo de la cartera, nos pusimos en ruta otra vez y ya no volvimos a parar hasta llegar al Rompido. En la primera rotonda nos separamos ya que Carlos y Cristo iban al hotel principal y Jorgete y yo al segundo hotel.

En el sitio para descargar baúles.
Nos asignaron el apartamento 1342, el tiempo de quitar baúles, ducharnos cambiarnos de ropa e ir al hotel principal para comenzar el Desafío.







Ya aseados y con ropa limpia, nos fuimos al hotel principal para recoger la bolsa de inscripción y reunirnos con los Cristo y Carlos para ir hasta el ayuntamiento de Cartaya ya que una de las pruebas fotográficas se hace el día anterior en el ayuntamiento en apoyo a la plataforma rodando contra el cáncer.

Menuda cola para recoger camiseta.

Cariñosamente nos apodamos los SEAT.

La primera de la tarde.

Nos costó encontrar en ayuntamiento.

Mi dorsal.

Por una buena causa.
"Rodando Contra del Cáncer" nació en Galicia de mano de José Cardalda, que se propuso conjugar su pasión por las motos  y la colaboración por alguna causa benéfica.
El propósito es hacer partícipe a toda la sociedad motera pero inicialmente José se impuso el reto de fotografiarse delante de cada ayuntamiento de su comunidad y dar constancia de conseguir el reto.
Entre amigos y conocidos se corrió la voz de esta iniciativa y hoy por hoy hay delegados de ello en todas las provincias de España, recorriendo sus ayuntamientos para fotografiarse delante de ellos y solicitar una donación de 1 céntimo por habitante que tenga dicha localidad.
Todo lo recaudado va íntegramente destinado a la lucha contra el cáncer.



Después de la foto había que remojar el gaznate y que mejor manera que hacerlo en una terraza donde la noche acompañaba para tomarse una cerveza. Aún quedaba por repostar las motos y hacer la compra para el día siguiente pero todo ellos sin demorarnos demasiado que teníamos que cenar en el hotel y no era plan de encontrarse las puertas cerradas del restaurante teniendo la cena pagada.
La cosa nos salió rodada ya que fuimos a repostar a la Shell y de ahí al Carrefour que estaba al otro lado de la carretera.


Esa literatura que se perdió de los baños con los smartphone.

¡¡¡Que buena compra!!! Pero lo mejor el aceite de oliva.

Antes de separarnos quedamos en que después de la cena nos acercaríamos al hotel principal para tomarnos algo en la terraza y acordar hora de salida.
La cena estuvo muy bien, gran variedad de platos y la mesa de los postres ni os digo. Yo salí lleno y al ir al otro hotel lo hicimos en la moto de Jorgete, yo de paquete y me costó subir a la misma,jajajja.





Como bien dije antes, después de cenar nos fuimos al otro hotel a tomar algo con los demás y de vuelta rápido que había que descansar, a las 5 teníamos que estar en pie para bajar a desayunar e ir al otro hotel de nuevo a por el roadbook que no lo dan hasta el mismo día de la prueba.

Con el Espi, miembro de la organización.
De nuevo en la habitación dejamos preparada la ropa, los cascos y las cámaras colocadas para no perder tiempo a la mañana siguiente.

Mi casco listo.

Jorge con sus apaños.

Pasadas las 12 de la noche ya estábamos en cama, como los nenes buenos, al día siguiente nos esperaba un día duro y antes del amanecer ya teníamos que estar montados en las máquinas. Sólo dormiríamos escasas 5 horas ya que a las 6:15 era la hora fijadas por todos para emprender la marcha.















4 comentarios:

  1. Interesante.... mañana sigo con la parte 2.
    Gracias por compartir..vsssssss

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  2. Interesante.... mañana sigo con la parte 2.
    Gracias por compartir..vsssssss

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