El punto de encuentro de todos lo fijamos en la gasolinera Shell del Ikea a las 9:15 y he de decir que fue una buena idea ya que visto lo visto, conforme íbamos llegando pasábamos por el surtidor.
A las 8:30 ya tenía la moto arrancada y calentando mientras le limpiaba la helada de la noche anterior.
Puntuales estaban los miembros de los Caballeros del Asfalto con Paco Verdugo al frente y Carlos, sólo nos quedaba Jorgete que llegó on time, los demás nos habíamos adelantado.
Listo para salir. |
Migué que te quedas sin tostá. |
Ya dentro hubo casi unanimidad, café con leche para todos y colacao que no nesqui para Naranjo, molletes por cabeza menos para Verdugo que quería rebaná, tirando pal monte.
Salió mal me salió la foto. |
Al completo. |
La carretera hasta Montellano estaba bastante sucia por las lluvias de los días anteriores y de salir de los carriles, estaba llena de barro en algunos tramos. Después hacia Morón, donde la señorita se puso a adelanta como una loca para decirme que parase donde pudiese, vamos a ser finos, que tenía que ir urgentemente al baño y allí que la lleve, hasta la gasolinera mal pensados.
Mientras esperábamos, Naranjo aprovechó y puso un cartel de la concentración de la próxima semana en Rota y como es la vida, unas horas más tarde me llama mi padre para decirme que hay una concentración de motos en Rota, que ha visto el cartel en la gasolinera de la estación, jajajajajajajaja, el que puso Naranjo esa misma mañana.
Que nos pilla el toro. |
Naranjo nos guió hasta el Pedroso, donde paramos en el bar de la estación de autobuses a tomar un refrigerio y desde ese punto de partida nos abandonarían tanto él como Juan Manuel que volvían para comer en Rota y creo yo que llegaron para merendar.
Tampoco perdió la oportunidad y puso un cartel en la puerta del bar, donde nos hicimos una foto de familia.
Le costó hacerlo solo. |
Posando. |
Que mirarían. |
Compramos las bebidas para comer en el primer área de descanso que viésemos pero no cominos hasta llegar a las Navas de las Concepción, sólo habían curvas y curvas, ni un merendero donde parar. Pero con más hambre llegamos, que carretera más buena para quemar adrenalina a pesar de estar algo mojada e ir con precaución.
Sacamos los bocatas y Jorgete sus tres tortillones con el pan de las cabezas que se hacía ese menú más apetecible que los bocatas.
El pan prometía. |
¿Por qué no hice dos fotos por si en una salían feos? |
Era ya hora de volver, las 17:30 y lo hicimos por donde vinimos, otra vez las 600 curvas pero del revés, vamos que mínimo hicimos ayer 1200, jajajajajaja.
No volvimos a parar hasta el Cuervo para tomar un café calentito y no pudimos despedirnos de la Niña, creíamos que vendría detrás hasta la salida de la Isla Mayor pero no, se fue directa a casa que tenía frío.
El café del Cuervo sentó de maravilla y ahí ya nos despedimos hasta la próxima y nada más llegar al garaje, leí que todos en casa sin novedad.
La próxima salida será para el desafío, ya sólo quedan 25 días.