Por fin llegamos a la tercera y última entrega de este viaje por tierras castellanas. He de pedir disculpas por la tardanza entre cada parte pero justo al volver me esperaban dos navegaciones de dos semanas cada una y se hace pesado escribir estando en la mar y al tener conexión por satélite más difícil aún subir fotos.
A las 9 de la mañana del día siguiente bajamos al comedor a desayunar y ya nos tenían la mesa preparada con tostadas, embutido y esperándonos con el café recién hecho. En la casa nos alojábamos, una señora de Asturias que viajaba sola, y nosotros, con lo cual se formó un ambiente familiar junto con el dueño de la casa y pudimos disfrutar de una conversación amena sobre la falta de explotación turística que tiene la zona y la comparación con otras.
Aún teníamos que pasar por la oficina de turismo antes de continuar con la ruta ya que el día anterior estaban en un curso de informática.
Oficina de turismo de San Esteban. |
El tiempo amenazaba lluvia pero teníamos la esperanza de ir esquivándola durante el día. Donde se encontraba uno de los puntos de sellado estaba cerrado y unas mujeres que regresaban de caminar nos indicaron que fuésemos a una cafetería que estaba al final de la travesía que era del mismo dueño y allí nos lo sellaría.
Siguiente parada para sellar sería Castillejo de Robledo, cerca de esta localidad, en el robledal de Corpes, se ubica la legendaria Afrenta de Corpes, donde los infante de Carrión regresan a Castilla después de desposar con las hijas del Cid en Valencia. Alejados de la comitiva en la que viajaban, ambos infantes azotaron y abandonaron casi muertas a las hijas de Cid. Un primo de ellas, Félez Muñoz, las encontró y socorrió, llevándolas a San Esteban de Gomaz donde se recuperaron de las palizas recibidas.
Al llegar nos encontramos que era el día de mercado en la plaza del pueblo, llamándonos la atención que el mercado era un camión en el cual estaba todo dispuesto como si fuese un supermercado, desde la sección de pescadería hasta una de semillas. En otras localidades nos encontramos el mismo camión supermercado, ya sin llamarnos tanto la atención.
Al fin del mundo con el camión. |
Ya nos indicó que podíamos visitar la iglesia románica de Nuestra Señora de la Asunción del siglo XII y las ruinas del castillo del siglo XII.
Ruinas del castillo. |
Iglesia románica de Nuestra Señora de la Asunción. |
Más solo que la una la casa Consistorial. |
En el siguiente pueblo, Miño de San Esteban, nos fue imposible sellar el pasaporte, tanto el ayuntamiento como el bar donde tenían el logotipo de la ruta se encontraban cerrados.
El siguiente sello sería en la localidad natal de Jesús Gil y Gil, Burgo de Osma, que como lo he puesto lo puse en el GPS del móvil y por carretera fuimos hasta que nos desvió por una pista de tierra y como la cabra siempre tira al monte, pista que nos cominos. Después de nueve kilómetros de pista, el móvil canta, acaba de llegar a su destino, podéis ver a continuación el destino.
Paradita para estudiar la situación e ir al baño... |
Entrando por fin en la ciudad. |
Parte de la muralla y entrada. |
Ayuntamiento de El Burgo de Osma. |
Pseando |
Soportales típicos de las ciudades castellanas. |
Entrada a la catedral. |
Entramos por la puerta y directamente nos fuimos al fondo del local a ubicarnos en un tonel de vino, en la espera que viniese el camarero pasé la vista por la decoración del local y le dije a Sonia, - Quilla, que esto es la peña del Atlético de Madrid del pueblo y tu con la mochila del Madrid, tapa eso ahora mismo-. Así que puso la chaqueta de la moto encima y listo.
Pedimos como es lógico un par de medias raciones de torreznos y unas cervezas para acompañar, pero sin pasarse que el camino seguía.
Esperando por la segunda cerveza. |
Que pinta tenían |
Iban a durar poco en el plato. |
Con el buche lleno y antes de que nos entrase la modorra que soy dado a ello nos pusimos en camino para llegar a sellar a Navalpalo donde según mi información teníamos que sellar pero era una información obsoleta ya que las propias imágenes lo explican todo.
Llegada a Navalpalos, presentía que me quedaba sin sello. |
Poco íbamos a encontrar. |
Una fotito por lo menos. |
El lugar donde teníamos que sellar el salvoconducto estaba cerrado a cal y canto y por la vegetación de la entrada llevaría bastante tiempo.
Nos estaban esperando para sellar. |
En Gormaz se encuantra la fortaleza más grande de Europa, de origen musulman y en un estado de ruina.
Casi en la cima, el último tramo a pie. |
Impresionante el patio de armas. |
Trabajar trabajaron en la murallita. |
Desde el año 1931 es Monumento Nacional y de entrada libre.
En Gormaz tampoco pudimos sellar ya que se encontraba cerrado el bar del pueblo. Según nos explicaron, con cuatro sellos por provincia bastaban para tener realizado el tramo pero ya que nos ponemos a recorrer pueblo por pueblo, es bonito tenerlo todo sellado.
De los siguientes cuatro pueblos en los que sellar sólo pudimos hacerlo en dos de ellos, en Berlanga de Duero y Atienza, último pueblo del Destierro. En uno de los que no pudimos sellar, Aguilera, al bajarme de la moto no me percaté de uno de esos tendederos de hierro que están prohibidos poner en las fachadas de las casas y rayé la pantalla del casco nuevo, menos mal que fue la pantalla, de mala leche salí del puñetero pueblo.
En Berlanga paramos a tomar café y de camino estuvimos charlando un rato con el dueño del bar sobre las temporadas altas y bajas de los alojamientos rurales que regentaba. El cielo amenazaba lluvia, era miércoles y para el jueves daban lluvia todo el día, estaba decidido volver ese mismo día hasta Palencia, una buena tiradita.
Berlanga de Duero. |
En Atienza subimos hasta la plaza principal del pueblo para disfrutar de sus arquitectura. En tiempos de la reconquista fue una plaza fuerte que a los cristianos les costó tomar.
Última parada. |
Con los salvoconductos sellados, pusimos rumbo a Palencia sin demorarnos lo más mínimo por las amenazas de lluvia. Al pasar por el desvío de San Esteban de Gormaz, paramos para ponernos los chubasqueros, la cosa ya no amenazaba, teníamos el agua justo delante. Puesta la ropa de agua, y meter primera comenzó a caer las primeras gotas de agua que ya nos acompañó una lluvia bastante intensa hasta llegar a Valladolid, donde se despejó el cielo y hasta Palencia dio tiempo de llegar con la ropa seca.
El jueves de descanso ya que no dejó de llover en todo el día y el viernes para repostar y dejar la moto lista para el viaje de vuelta el sábado por la mañana.
El viaje de vuelta fue tranquilo y con buen tiempo. Hice una parada en los Santos de Maimona para visitar a Julián y Luz.
Con buenos amigos. |
Quiero agradecer a mi infatigable pareja Sonia por acompañarme todo el camino aguantando todos los pormenores y el cansancio de los kilómetros pero disfrutando igual que yo de devorar historia y leyenda.
Darle las gracias a David Alejandro de Dos Ruedas por asesorarme y animarme desde que nos conocimos en Madrid allá por el mes de Febrero y nos tomamos una cerveza juntos, siiii, una sola.
Unos cracks. |
Y por supuesto a todos los que habéis estado leyendo las tres partes con bastante tiempo de demora entre ellas pero por causas ajenas a un servidor, sin vosotros no tendría sentido compartirlo en el blog. Muchas gracias a todos.
El próximo año después de ahorrar y entre navegación y navegación, seguiremos con Tierras de Frontera, segunda parte de la ruta del Cid.